Lo menos glamuroso de las navidades. Detrás de las fotos en instagram de árboles (naturales –of course) navideños, mesas kilométricas bien decoradas y parejitas felices en Nochevieja (puaj) está lo que todas evitamos pero al final, tarde o temprano, nos acaba cogiendo: la gripe.
Y bueno, quien dice gripe dice catarro, que es más o menos lo que llevo arrastrando yo desde hace poco más de un mes, y al compartir cuarto con mi hermana, ella también. Entre tos y tos, y noches en vela, he tenido tiempo para pensar –demasiado- así que aquí os presento las tres cosas que no me han faltado estos días..
Leche con miel//
Si me seguís en twitter o instagram, sabréis que aparte de haberme quejado (bastante) sobre lo mala que he estado, también me he quejado de lo mucho que odio la leche y la miel. Por separado, son un horror –I can´t even. Pero mezclando la leche caliente con la miel, no sé qué pasa que me gusta (este es el momento en que me llamáis bipolar) y además, no falla para calmar la tos.
Vaya por delante que yo siempre he odiado esta crema y toda mi familia esta de testigo. Era la crema que usaba mi madre cuando éramos pequeñas para calmar cualquier irritación (exactamente dónde estáis pensando). ¿Pero adivinad dónde más es mágica? En la nariz. Un poco de esto por la noche y cuando os levantéis vuestra nariz va a estar como nueva. Eso sí, tendréis que acostumbraros a su olor –that smelly smell.. that smells smelly..
Vainilla & Macadamia Lip Butter//
¿Efectos colaterales de no poder respirar por la nariz? Dormir con la boca abierta –sexy2. Te levantas con dolor de garganta (ver punto número uno), baba y los labios secos. He encontrado este cacao y vivo por él. Es súper hidratante y te deja los labios suaves al instante. También huele genial, pero de esto os daréis cuenta cuando no tengáis la nariz congestionada..
Si habéis pasado unas navidades sanas, no os relajéis. Justo un día antes de que me empezara a doler la garganta se me ocurrió pensar felizmente que hacía dos años que no me ponía mala. Lucky me.